Elaborado por : Tania Hernández Mena
Recuerdo cuando mi madre me llevo a mi primer día de clases en una escuela completamente nueva para mí, todo era diferente: las casas, las calles, la gente...sentía nervios de estar en un nuevo ambiente pero a pesar de eso, la escuche decir -bajen ya llegamos-.Mi hermana y yo estaríamos juntas en la misma primaria sin embargo ella ingresaría a 1ro y yo a 5to.
Ya había investigado un poco acerca de esta institución, se encontraba en San Pablo del monte Tlaxcala, turno matutino y su nombre era “Luz y amor “, era muy distinta a la escuela de la ciudad de Puebla. Al entrar observe que los patios eran grandes igual que los jardines, había más naturaleza y más espacio, eso me gustaba; los salones eran amplios ademas contaban con equipo multimedia y los alumnos eran más. Cuando participe en la primera ceremonia me di cuenta que el himno a Tlaxcala era muy diferente al de Puebla y conforme pasaron los días observaba que los padres de familia iban a dejar comida a sus hijos eso me sorprendió porque nunca pasaba en la anterior primaria.La escuela contaba con todos los servicios agua,drenaje y luz).
Las tradiciones y cultura tenían gran influencia en los niños; cuando era temporada de carnaval ellos hablaban de los bailes que se realizaban en la comunidad, o cuando era temporada de volar papalotes ellos hablaban del número de veces que iban al campo a volarlos. La mayoría de los papas eran comerciantes, tenían diferentes profesiones , y uno que otro era licenciado, las madres de la comunidad eran excelentes cocineras ya que en convivios ellas se organizaban para preparar la comida ,me impresionaba el gran respeto y apoyo que los padres tenian hacia las docentes.
En cuanto a los docentes eran poco pacientes ya que regañaban si no hacías los trabajos los alumnos en el caso de mi salón eran groseros y poco fraternos. Con el paso del tiempo vivir mis dos últimos años de la primaria me sirvió para conocer los diferentes contextos que existen.
